domingo, 29 de abril de 2012


Runa Thurisaz

El nombre de esta runa deriva de la de un gigante de la escarcha. Con el tiempo su nombre se convirtió en Thor y se asoció a este dios antiguo.  Los gigantes de la escarcha representan las fuerzas ctónicas de la naturaleza, fuerzas telúricas tremendamente poderosas.
La forma de la runa es agresiva y en punta, además de su segundo significado que es “espina”.

De manera que tenemos dos conceptos importantes: la fuerza terrible de los gigantes; la espina como elemento punzante y que puede causar daño.

Esta runa es la gran runa de los ataques psíquicos y se usaba para dañar a los enemigos en diferentes conjuros mágicos.

Dice el conjuro de Odin:

Sé el tercero, si mucho necesito
atar a mi enemigo;
la espada hago roma de mi adversario,
no muerden sus armas o sus ardides.

Tiene la protección de Odin para enfrentar a los enemigos de la luz. Es la runa del guerrero y del fortalecimiento de la fuerza telúrica del iniciado.

Es una runa masculina que exalta la virilidad en conexión con los poderes terrestres. Ha tenido mala fama por cierto uso maléfico en la magia, pero no es un símbolo negativo en sí mismo.

Nos presenta también la idea de un enfrentamiento con fuerzas terribles lo que a la larga nos permite conocer el poder interior que tenemos y al cual podemos acceder.

Fortalece la voluntad y activa el erotismo como elemento de vitalidad y energía. Como los gigantes de la escarcha son fuerzas ancestrales podemos encontrarnos con grandes mandatos familiares que condicionan nuestra existencia, son nuestros propios gigantes internos.

El trabajo con las runas implica un manejo conciente de la magia rúnica pero también de fuerzas internas que debemos conocer para completar nuestra sabiduría.

El poema anglosajón dice:

La espina es extremadamente puntiaguda, dolorosa
Para cualquier guerrero que la atrape, extremadamente difícil para
El hombre que descanse entre ellas.

La palabra para espina acá es “dorn” que también significa columna vertebral y nos alude a los misterios de la columna que, como ya sabemos, tienen una implicación en el proceso de transmutación del individuo.

El desafío de la runa es enfrentarse a terribles fuerzas del universo y salir victorioso. Nos enseña a manejar y dirigir nuestra energía cuando la tenemos que proyectar sobre una situación o persona. Se relaciona con el dolor y podemos trabajar con ella para situaciones de sufrimiento físico por enfermedades graves.

Cómo símbolo psicológico para el dolor nos enseña que debemos aprender de ese sufrimiento siguiendo con el mandato mágico: saber sufrir.

Tiene mucha fuerza y podemos usarla para las depresiones o decaimientos de energía vital.

Como decía anteriormente a lo largo del tiempo la runa terminó asociándose al dios Thor, el hijo de Odin y de Jord. Thor era el dios más poderoso del Asgard, dios del trueno que tenía el martillo Mjolnir que al ser lanzado volvía a las manos del que lo usaba. Este martillo se usa mucho como amuleto en el paganismo nóridico. Es un gran maestro de la fuerza que cumple con el papel de guerrero protector a pesar de que también se le llama “pensador profundo” lo cual lo asocia a la sabiduría y la estrategia.

El martillo de Thor es el arma más poderosa en el combate de los dioses contra los gigantes de Jötumheim. Posee también un carro tirado por dos machos cabríos los cuales tenían la cualidad de que podían ser cocinados para alimentarse y luego renacían por el poder del martillo. Thor vive en Asgard, el mundo superior de los dioses y su morada se llama Prudheimr que significa “hogar de la fuerza”, allí vive en un palacio llamado Bilskirmir que posee 540 habitaciones (el número suma 9, número sagrado para los nórdicos).  Así como Odin recibe a los guerreros muertos, Thor recibe a los esclavos y a los campesinos.

Daniel Curbelo

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